Un dolor de muela que me hacía sentir enloquecer acompañado de un agrandamiento en mi mejilla me sorprendieron una noche en mi adolescencia, en lo personal es el peor dolor que he experimentado. Gracias a esta experiencia tome una de las decisiones más importantes de la vida, ser odontóloga y poder ayudar a toda persona que llegue a mi consulta, siempre he creído que ningún niño o adulto debería pasar por un dolor de este tipo, es por eso que me esfuerzo en cada paciente, en atenderlo como se merece, ofreciéndole la mejor solución.
Es por esto que sé, que tu sonrisa es la alegría en la vida y la misión de mi profesión.